Salí algo contrariado
de la sala de clases. Enfilé rápidamente mi auto hacia mi departamento, tenía
que llegar antes que se fuera esa noche. Apreté mis pensamientos y los mantuve
herméticos hasta que abrí la puerta y entré.
Prendí luces y
descorché una botella de Merlot. Aflojé mi corbata y con una copa de vino en la
mano me senté.
Ella de inmediato se hizo presente.
Ella de inmediato se hizo presente.
-
¿Cómo te fue? Me
preguntó
-
No lo sé…parece que no
muy bien…cómo que no entendí el trabajo que tenía que hacer…
-
Pero acaso ¿no fue
claro lo que escribimos?
-
Sí, pero se nos pedía
perfilar aún más al protagonista de la novela…
-
¿Cómo?, dando la talla,
estatura, peso y estado civil – dijo echándose a reír burlonamente.
-
No a ese nivel, no seas
básica por favor.
-
¿Yo básica?, ¡Recuerda
que soy una crítica de arte!, es tu taller de escritura el que parece ser
bastante básico si es que allí no logran hacerse una idea clara de quién es el
personaje literario a través de su accionar, más que una simplona descripción.
-
Pero Oriana, no todos
tienen tu forma de ver el mundo. Tienes la fortuna de poseer cientos de
personalidades
-
Afortunadamente, debes
reconocer que ese es un don que demuestro cada vez que me creas y que
curiosamente tú careces.
-
Detén tu soberbia,
déjame tranquilo un rato por favor.
-
¿Con quién crees qué hablas? He hecho los
mejores esfuerzos por representar a una mujer fría, déspota y exitosa y aun así
no pudiste persuadirlos de quién soy.
-
Lo que pasó es que casi
todos los otros trabajos fueron bastante descriptivos…
-
Elementales querrás
decir….
-
No, para nada, sus
trabajos respondieron a lo que pidió el profesor. Yo me dejé llevar por tu
esnobismo y no se entendió.
Me sentí algo incómodo con su reacción. No sabía que también era vanidosa y despectiva. Aparentemente su crítica no se centraba sólo en el arte ni en las galerías parisinas. Probablemente tendría que hacer algunos cambios en su personalidad.
Bebí un sorbo de mi copa
Me sentí algo incómodo con su reacción. No sabía que también era vanidosa y despectiva. Aparentemente su crítica no se centraba sólo en el arte ni en las galerías parisinas. Probablemente tendría que hacer algunos cambios en su personalidad.
Bebí un sorbo de mi copa
-
A propósito, - dije -
no les gustó mucho que la trama se desarrollara en París, lo consideraron muy
manido.
-
¿y en qué ciudad
habrían puesto a Oriana Chedid?, ¿aquí?, ¿en Guayaquil?, ¿en Oslo?, jaja…
-
Ah y si bien no tiene
que ver contigo, Silvia me comentó que el apellido de tu rival, Stenko, no era
polaco
-
Entonces
rebautízalo…ehh,…ya sé…Lukasz Walesa, ahí si ¿no?
-
Pero ¿por qué estás tan
molesta?
-
¡¿Sabes por qué?!
Porque haces lo que quieres conmigo y lo sabes. Yo siempre estoy a tu lado, dispuesta a ayudarte en todas tus narraciones de la mejor forma. Nunca me dejas descansar y jamás te lo reprocho. Si tengo que ser una arrogante crítica parisina, lo soy, si tengo que ser una muerta dentro de un cajón toqueteada por un enfermo, lo soy, si tengo que engordar, mostrar las piernas y sonreír con un masticable entre mis dientes, también. Revisa tus escritos, por lo menos he sido cincuenta mujeres diferentes…. ¿no crees que es extenuante?
Porque haces lo que quieres conmigo y lo sabes. Yo siempre estoy a tu lado, dispuesta a ayudarte en todas tus narraciones de la mejor forma. Nunca me dejas descansar y jamás te lo reprocho. Si tengo que ser una arrogante crítica parisina, lo soy, si tengo que ser una muerta dentro de un cajón toqueteada por un enfermo, lo soy, si tengo que engordar, mostrar las piernas y sonreír con un masticable entre mis dientes, también. Revisa tus escritos, por lo menos he sido cincuenta mujeres diferentes…. ¿no crees que es extenuante?
-
Obvio que lo sé, y
siempre has demostrado tu versatilidad y actitud, pero no puedes esperar que
cada cosa que escriba en la que participes sea exitosa…
-
No se trata de eso, no
quiero perder el tiempo, sé que tengo talento, sé que me puedo amoldar a
cualquier papel, a cualquier mujer que salga de tu mente, pero por lo menos
preocúpate de establecer perfiles congruentes conmigo, con mi género, con mis
anhelos, mis sueños….
-
Ufff, recuerda que soy
hombre y si bien he desarrollado bastante mi lado femenino no siempre es fácil.
¡Somos un equipo y como tal en más de alguna oportunidad te he tenido que
preguntar la reacción o pensamiento femenino ante un evento o situación!
-
Y haces bien. Sabes que
no podemos estar separados, salvo que decidas escribir una narración en la que
todos los personajes sean hombres patéticamente aburridos…y eso definitivamente
se aleja de tus sueños literarios, ¿no?
-
Sí. Así es…
Tenía razón, ella siempre ha estado ahí, a mi lado, esperando la oportunidad y demostrando todo su oficio, su perfección, su versatilidad, su adaptación a las ideas.
Tenía razón, ella siempre ha estado ahí, a mi lado, esperando la oportunidad y demostrando todo su oficio, su perfección, su versatilidad, su adaptación a las ideas.
-
Y cuál es tu nueva
tarea, preguntó ella.
-
Mmhhh, ahora tengo que
escribir un cuento libre….
-
¿de lo que sea?
-
Si, libertad absoluta
-
Bueno, ya sabes, aquí
estoy
-
¿En serio?, es que te
vi tan molesta…
-
No a mí…la molesta era
Oriana
-
Mmhh, tienes razón,
tiendo a confundirte con tus personajes.
-
Jaja, yo también… ¿y
qué has pensado para tu cuento?
-
La pequeña y profunda
historia interior de otra mujer
-
Oh, qué desafiante… ¿de
quién?
-
De una mujer pascuense,
de una mujer de fuego…. ¿te atreves?
-
A ver, te lo vuelvo a
aclarar…no es que yo me atreva o no, eres tú. ¿Crees que puedes escribir desde
las entrañas de esa mujer?
-
Sí, creo que sí.
-
Muy bien, entonces
créame, aquí estoy.
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